Herramientas para encontrar empleo


De todos es conocido el listado de herramientas básicas para buscar empleo: curriculum vitae y cartas de presentación. Sin embargo no son tan conocidos los distintos tipos que existen y cómo hacer para usar correctamente cada uno de ellos.

En esta área vamos a desglosar la tipología y la manera correcta de usarlos para conseguir los máximos logros posibles.


CURRICULUM VITAE.

El curriculum vitae (CV) es nuestra historia laboral. Ni más ni menos. Y la debemos tratar con el respeto que se merece y dándole toda la importancia que tiene. Por tanto hemos de mostrarla de manera ordenada, estructurada, clara y concisa. No hay un único modelo de CV, ni hay uno mejor que otro: eso depende de cada oferta, de cada empresa y nuestra propia trayectoria. Veamos los aspectos que debemos tener en cuenta.


Elementos básicos de un CV.

Un CV debe recoger todos los aspectos de tu trayectoria laboral que te interesen destacar para cada oferta. Así de simple y de complejo al mismo tiempo. Existe, como veremos a continuación, una gran variedad de formatos y cada día nacen nuevos, pero lo que casi no cambia son los datos que deben incluir.

Por norma general, un CV debe incluir:

  • Datos personales: Nombre y apellidos, dirección postal, correo electrónico, número de teléfono, perfiles en redes sociales (profesionales). Algunos autores recomiendan incluir estado civil, lugar y fecha de nacimiento o DNI. Yo no te lo recomiendo: son datos que no aportan demasiado valor y pueden impedirte llegar a la entrevista. 
  • Formación académica/reglada: estudios oficiales que has realizado, incluyendo centro y lugar donde los has cursado y fecha de finalización. Si los sacaste "por año" puedes añadir fecha de comienzo, pero si repetiste algún curso o los dejaste durante un tiempo, por sólo la de finalización.
  • Formación complementaria/no formal:  Cursos que has realizado y que complementan tu formación oficial. Nunca olvides indicar el centro de estudios y el la ciudad, la fecha y el número de horas.
  • Experiencia profesional/laboral: Experiencias profesionales que pueden ser relevantes para el puesto al que aspiras. Lo más importante es que destaques el puesto que ocupabas y que detalles las responsabilidades o funciones que tenías. No olvides el nombre de la empresa ni las fechas.
  • Idiomas: Mencionar los idiomas que se manejan y a qué nivel puede inclinar la balanza a tu favor en un proceso selectivo. Debes indicar si posees alguna certificación que acredite el nivel y, sobre todo, no exageres: sabes lo que sabes, nada más. Recuerda que si te pillan en una mentira te cierras las puertas de esa empresa para ofertas futuras.
  • Informática: Señala los conocimientos informáticos que tienes tanto de sistemas operativos como de paquetes o programas específicos (procesadores de texto, hojas de cálculo, bases de datos, diseño gráfico...). Salvo que tenga relación con el puesto no es del todo adecuado que menciones programas para el tratamiento de audio o vídeo, y aunque te parezca obvio no olvides mencionar internet y correo electrónico.
  • Otros datos de interés: Destaca aquí tu disponibilidad y los permisos o certificaciones que poseas (de conducir, de manipulador de alimentos...). No es un cajón desastre: es el último apartado en el que cabe todo, pero con orden.

Estos son los apartados básicos, pero no son los únicos. Cada persona debe adaptar su CV a su perfil. Por ejemplo: si tienes publicaciones, y son importantes para tu sector profesional o para la oferta concreta, lo mejor es que tengas un apartado específico en tu CV en el que las puedas destacar. 


Tipología.

Existen muchos modelos, pero los más usados son:
  1. CV cronológico. Consiste en organizar la información referente a la experiencia laboral y la formación de manera cronológica. Es uno de los formatos más usados. La mayor ventaja que presenta es que nos permite resaltar nuestra trayectoria profesional, por lo que es el más adecuado si tienes una extensa vida laboral, sin períodos "en blanco" (sin empleo), y sin muchos cambios de empresa y sector.
  2. CV cronológico inverso. Consiste en organizar le información sobre nuestra vida laboral y formativa de manera cronológica, pero empezando por lo más actual. Nos permite destacar lo último que hemos hecho, mostrando los últimos puestos que hemos desempeñado y lo actualizada que está nuestra formación. Es muy interesante si estamos buscando empleo en el último sector que hemos estado o en lo que nos hemos estado reciclando a nivel formativo.
  3. CV funcional. Los dos modelos anteriores se centran en los puestos desempeñados o en los sectores, pero el modelo funcional nos permite distribuir la información por temas, agrupando las experiencias en bloques de competencias desarrolladas. Es el más adecuado si hemos tenido experiencias o formación en sectores muy diferentes, nada lineal, y con muchos cambios de puesto. También es recomendable si tienes lagunas en tu trayectoria o no dispones de demasiada experiencia.  Nos permite hablar de habilidades, intereses, motivaciones y logros que son útiles para varios puestos y, por tanto, remarcan la flexibilidad del trabajador. 
  4. CV europass. Es el formato que debes usar si buscas empleo en empresas del EEE (Espacio Económico Europeo). Tiene una estructura cerrada, que no da opciones a cambios ni creatividad. Este modelo forma parte de un portfolio de 5 documentos que ayudan a adaptar nuestro perfil al mercado europeo. En esta web podéis consultar toda la información para poderlo realizar en varios idiomas, con ejemplos y otros recursos para moverse por Europa buscando empleo.

Menos usados, más llamativos.

Hasta ahora hemos visto el "abc" de la herramienta básica del Buscador de Empleo, pero existen muchas variantes. Y cada día surge una nueva. En el uso de estos formatos para presentar nuestra trayectoria profesional hemos de tener en cuenta que son originales y poco usados, por lo que pueden ser un arma de doble filo si se usan solos. Lo mejor es combinar uno, o varios, de estos con alguno, o varios, de los "tradicionales", de tal manera que tengamos varias herramientas que nos permitan adaptarnos a cada proceso selectivo.

Entre esas nuevas variantes destacan algunas:

  • Infografías. No es más que una representación visual de un texto, en este caso, de nuestro CV.  Nos permite hacerlo visualmente más atractivo pero no es adecuado para todos los sectores ni para todos los puestos. Úsala con precaución. Existen multitud de opciones para poder desarrollar la nuestra, y cada día hay más. Si queréis probar, de manera gratuita, lo podéis hacer en vizualizecvgram o re.vu. Cada una te da opciones distintas, formatos más o menos elaborados, e incluso alguna te permite importar tu CV de alguna red social profesional (LinkedIn).
  • Cuvitt. Es una plataforma gratuita que permite que te registres y gestiones toda la información de tu trayectoria laboral con un enfoque de gestión del talento, más orientada a la nueva manera de entender los RRHH en las empresas. Te permite delimitar tus talentos y competencias a través de cuestionarios, ofreciéndote puntuaciones que complementan los datos de experiencia y formación.
  • Videocurriculum . No es más que una presentación en vídeo de nuestro CV. En algunos países, como EEUU, es bastante habitual y empieza a extenderse, pero hay que hacerlo con cuidado. No se trata de coger una cámara, sentarse delante y hablar. Preparar un videocurriculum es complejo, porque debes tener muy claro qué quieres decir, en qué orden, con qué palabras y que no parezca que lo estás leyendo. Tampoco es adecuado para todos los sectores ni para todos los perfiles. Te recomiendo que busques asesoramiento si te decides a hacerlo, además de ayuda técnica con el sonido, la iluminación... 
  • LinkedIn y otras redes sociales profesionales. De estas hablaremos en la sección de Mundo 2.0, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de marcar la importancia de estar en las redes profesionales. Estar y estar "bien". Tener perfil en una red como LinkedIn es tener nuestro CV siempre disponible para que cualquier headhunter lo pueda encontrar y nos pueda contactar para cubrir vacantes (algunas incluso no publicadas), pero siempre y cuando lo gestionemos de manera adecuada.


Consejos generales.

Existe tantos consejos como consejeros. Para mí la única verdad es que el CV es tu tarjeta de presentación, y la de nadie más, y por tanto, debe tener algo de ti que lo diferencie y lo destaque, pero sin pasarte. Es el sutil equilibrio entre ser tú mismo y adaptarte al sector y la empresa en la que estás buscando empleo. Y a las modas del momento. No nos engañemos: también hay modas en temas de búsqueda de empleo.
  • Simple y directo. Un CV no se redacta, es más bien un telegrama en el que no se dan excesivas explicaciones ni detalles (ya los darás en la entrevista). Evita frases hechas y redundantes.
  • Ordenado y cuidado. Establece categorías y un orden dentro de cada una para que sea fácil de seguir y de leer, con caracteres legibles y presentación espaciada, respetando los márgenes. Si lo mandas vía email usa programas que te garanticen el formato (pdf) y si lo imprimes cuida el papel (DINA4 blanco o de color neutro muy suave y de calidad). A veces lo piden manuscrito: cuida especialmente esta presentación. Sólo tienes una oportunidad de dar una buena primera impresión.
  • Lenguaje. Ya hemos dicho que ha de ser claro, conciso y directo. Usa verbos de acción y palabras positivas que hagan hincapié en tus capacidades. Intenta no repetir términos usando sinónimos y evita las abreviaturas. Sobre todo cuida la ortografía y los errores gramaticales.
  • Breve. No gustan los CV largos. Lo ideal es que no supere una página pero, si tienes mucho que aportar en relación al puesto, puedes llegar a dos.
  • No olvides ningún dato. Te parecerá una obviedad pero a veces pasa que se olvidan datos de contacto o de las empresas en las que hemos estado.
  • No uses un solo CV para todo. Cada sector es distinto y requiere que se destaquen aspectos diferentes. Diseña y prepara CV para cada sector o, mejor aún, para cada empresa.
  • Sé honesto. Si te pillan en una mentira (y un buen seleccionador siempre te va a pillar) pierdes toda oportunidad en esa empresa para esta y otras ofertas de empleo.
  • Fotografía. Reciente, en color y de tamaño carnet. Olvida los recortes de fotos de bodas, cenas, salidas al campo... por muy genial que hayas salido, ya que restan profesionalidad a tu candidatura.
  • Fecha el CV. Se está poniendo de moda y tiene sentido: permite tener una referencia temporal, sobre todo si es una autocandidatura sin referencia a una oferta concreta.
  • Referencias. Se está convirtiendo en un aspecto muy valorado por las empresas. Si las tienes no dejes de confirmarlas antes de añadirlas al CV, aunque también puedes indicar "Referencias a petición" o "Referencias serán facilitadas en caso de ser requeridas".
Un consejo que me parece de vital importancia es pedir opinión a alguien de confianza. Una vez redactado nuestro CV podemos pedirle a un amigo o familiar que lo lea y nos dé su opinión, nos diga lo que recuerda después de leerlo, lo que le llama la atención... Piensa que un reclutador no tiene más de 15 - 20 segundos por CV, por lo que es muy importante adecuarlo para que entienda rápidamente su contenido. 

Ahora que ya sabes más sobre CV's puedes visitar pinterest para ver infografías, CV más tradicionales que no lo son tanto, imágenes, y un sin fin de ideas que pueden ayudarte a ser creativo pero sin pasarte.




CARTAS DE PRESENTACIÓN.



En construcción... ;)

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